LA CULTURA DEL TODÓLOGO

FEB, 04, 2024 | ÁNGEL J. GÓMEZ H.


Hablemos de la cultura del todólogo, esa cultura tan amada por empresas o clientes que desean abaratar costos y tener el mejor resultado posible, depositando el peso en una única persona.

Pero hoy no estoy aquí para señalar o criticar exclusivamente a este tipo de clientes, ojo, no estoy eximiéndolos de críticas ni responsabilidades, sin embargo, muchas veces son víctimas de los denominados todólogos, aquellos que siendo diseñadores intentan abarcar todo lo que el mundo digital puede ofrecerles, aquellos que con soberbia afirman saber de todo y hacen gala de su superioridad en diversas áreas y ofrecen sus servicios con toda la seguridad del mundo, son esos diseñadores que se autodenominan expertos en marketing solo por saber hacer post y programar ads.

Y así como en mi primer post quise hacer un llamado de atención en defensa de aquellos que nos hemos dedicado al diseño de manera profesional, bajo la premisa de "cada disciplina merece su atención y respeto", los diseñadores no estamos exentos de esto, debemos respetar también.



Es momento de repensar esta cultura, la especialización no es una debilidad, es una fortaleza. Como cliente, en vez de buscar a alguien que pueda hacerlo todo, es preferible que consigas a un experto en cada área para lograr así un resultado excepcional, y como diseñador, recuerda que el respeto por cada disciplina es esencial, se trata de reconocer que la verdadera excelencia proviene de la colaboración entre expertos. Ya decía Bruce Lee "Yo no le temo a un hombre que ha lanzado 10.000 patadas diferentes, yo le temo un hombre que ha lanzado una patada 10000 veces".

Y esto es exactamente igual para todos los diseñadores profesionales y aquellos autodidactas que pueden verse seducidos por esta tendencia. Y hablando de esto... Hace poco un colega diseñador subió un vídeo hablando de los diseñadores profesionales y los diseñadores autodidactas, diciendo "Con un poco de creatividad, dedicación y tiempo libre podría ser un gran diseñador, incluso sin ir a la universidad." Y aunque nuestras opiniones no pueden estar más en desacuerdo, ambos coincidimos en que el mejor arma que puedes tener para respaldar tu trabajo es el portafolio.

Recuerda... quien mucho abarca, poco aprieta.